jueves, 18 de diciembre de 2008

LOS OLVIDADOS

Los olvidados es una película de 1950 escrita y dirigida por Luis Buñuel, que obtuvo el premio al mejor director en el Festival de Cannes y que ha sido nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Los olvidados cuenta una historia trágica y realista sobre la vida de unos niños en un barrio marginal de la Ciudad de México.
Esta película es la obra más relevante desde que Buñuel comenzó su etapa mexicana. Tras el éxito comercial que le proporcionó El gran Calavera, el productor Óscar Dancigers le propuso que dirigiese una nueva película sobre los niños pobres de México.
La película se sitúa en la línea del neorrealismo italiano, al que Buñuel aporta su toque surrealista como se puede observar en la secuencia del sueño de Pedro, la obsesión por las gallinas o el huevo lanzado hacia la cámara.

FICHA TÉCNICA
(1950)
País: México
Duración: 80 min.
Director: Luis Buñuel
Guión: Luis Buñuel, Luis Alcoriza
Fotografía: Gabriel Figueroa
Música: Rodolfo Halffter, sobre temas originales de Gustavo Pittaluga
Reparto: Stella Inda, Miguel Inclán, Alfonso Mejía, Roberto Cobo, Alma DeliaFuentes, Mario Ramírez

viernes, 12 de diciembre de 2008

La ilusión viaja en tranvía

Género: Comedia urbana
Duración: 90 min.
Sonido: Monoaural
Dirección: Luis Buñuel
Adaptación: José Revueltas, Mauricio de la Serna, Luis Alcoriza y Juan de la Cabada
Fotografía: Raúl Martínez Solares
Reparto: Lilia Prado (Lupita) Carlos Navarro (Juan Caireles) Fernando Soto "Mantequilla" (Tarrajas) Agustín Isunza (Papá Pinillos) Miguel Manzano (don Manuel, gerente de la compañía)

Sinopsis:
Al enterarse que el tranvía 133, en el cual han trabajado toda su vida, será retirado de servicio, Caireles y Tarrajas se emborrachan y deciden robarlo. Durante la noche dan servicio a un grupo ecléctico de pasajeros que incluye a un catrín, un par de beatas, una profesora con sus alumnos y unos matanceros del rastro. A la mañana siguiente, Caireles y Tarrajas tratan de devolver el tranvía pero se enfrentan a la obstinación de Papá Pinillos, un inspector jubilado que pretende delatarlos.

"Ustedes saben que en los vehículos públicos en México es posible, o lo era en aquella época, encontrar gente que lleva cajones de fruta, o guajolotes vivos, en fin: las cosas más increíbles, y por eso se me ocurrió que en el tranvía viajaran los obreros del Rastro con los cuartos de res, y las viejas beatas con la imagen de un santo."
Luís Buñuel

jueves, 4 de diciembre de 2008

La guerra de los pasteles

La guerra de los pasteles es una farsa de una guerra histórica acontecida en 1838. Film dirigido por Emilio Gómez Muriel en 1943.
Actores: Mapy Cortés, Domingo Soler, Pedro Armendáriz
Director: Emilio Gómez Muriel

domingo, 30 de noviembre de 2008

Ell periquillo sarniento

El Periquillo Sarniento es una novela considerada la obra cumbre del escritor mexicano José Joaquín Fernández de Lizardi publicada por primera ocasión en 1816, durante la guerra de Independencia de México.
Fernandez de Lizardi también hizo lo que se piensa el primer periódico o la primera imprenta en México a la cual lo nombró con lo que hoy en día es su seudónimo "El Pensador Mexicano", la cual fue clausurada por el gobierno mexicano debido a que podría incitar la imaginación de sus lectores y causar otra rebelión en México.

Es una obra satírica que trata de un personaje pintoresco de origen folclórico, Pedro Sarmiento, alias "el Periquillo Sarniento", sus venturas y desventuras, su vida y su muerte, todo lo que transcurre en finales de la colonia en México.
Sus tres primeros tomos aparecieron en 1816 mientras que el cuarto fue censurado por criticar la esclavitud. Se publicaron completos hasta 1830, ya muerto Lizardi, pues durante el virreinato, las colonias españolas tenían prohibido leer obras de ficción ya que se creía fomentaban el uso de la imaginación, el pensamiento y la crítica social.

El Periquillo Sarniento en fin, es una novela que muestra el folclor y las tradiciones mexicanas, las picardías de este pintoresco personaje, pero por detrás el apogeo colonial mexicano.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Redondillas

Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis.

Si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?

Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco,
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.

Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis
para, pretendida, Tais;
en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?

Con el favor y el desdén
tenéis condición igual:
quejándoos si os tratan mal;
burlándoos, si os quieren bien.

Opinión ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.

Siempre tan necios andáis,
que, con desigual nivel,
a una culpáis por cruel
a otra por fácil culpáis.

¿Pues cómo ha de estar templadal
a que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata ofende
y la que es fácil enfada?

Mas entre el enfado y la pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere,
y quejaos enhorabuena.

Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada
o el que ruega de caído?

¿O cuál es más de culpar
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?

¿Pues para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis de afición
de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesas e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.

jueves, 13 de noviembre de 2008

MACARIO

Una producción de: CLASA Films Mundiales
Género: Drama fantástico
Duración: 90 min.
Sonido: Monoaural
Dirección: Roberto Gavaldón
Asistente de Dirección: Ignacio Villarreal; anotador: Manuel Alcayde
Producción: Armando Orive Alba
Guión: Emilio Carballido y Roberto Gavaldón, sobre una historia de Bruno Traven basada en un cuento de los hermanos Grimm
Fotografía: Gabriel Figueroa
Escenografía: Manuel Fontanals
Música: Raúl Lavista

Reparto: Ignacio López Tarso Macario, Pina Pellicer esposa de Macario, Enrique Lucero la Muerte, Mario Alberto Rodríguez don Ramiro, Enrique García Álvarez inquisidor, Eduardo Fajardo virrey, José Gálvez el Diablo , Consuelo Frank virreina, José Luis Jiménez Dios, Wally Barrón panadero, Sonia Infante esposa de don Ramiro, Manuel Dondé enviado de la Inquisición
Miguel Arenas inquisidor, Luis Aceves Castañeda verdugo


Sinopsis:
El campesino Macario vive obsesionado por su pobreza y por la idea de la muerte. Obstinado, decide aguantarse el hambre hasta no encontrar un guajolote que se pueda comer él solo. Su mujer roba uno y Macario sale al bosque a comérselo. Allí se niega a compartirlo con Dios y con el Diablo y sólo lo hace cuando se le aparece la Muerte. Agradecida, la Muerte entrega a Macario un agua curativa con la que el campesino comenzará a hacer milagros.
Por su parte, los soberbios claroscuros fotografiados por Figueroa alcanzan en esta cinta niveles de belleza plástica tan sublimes, que han sido comparados por algunos críticos con la pintura de Rembrandt, Velázquez y Goya.

sábado, 8 de noviembre de 2008

OSCAR WILDE

Título original: Wilde
Género: Drama-Biografía
Director: Brian Gilbert
País: Reino UnidoAño: 1997
Duración: 117 minutos

Sinopsis: Wilde es la historia de un genio...un hombre que tuvo la osadía de enfrentarse a los tabúes de la sociedad británica, la hipocresía y la estupidez. Es una narración del episodio más amargo del famoso autor Oscar Wilde; una vida llena de escándalos y de éxitos... una época en la que ser diferente se consideraba un delito, y la envidia perseguía a los genios.


Jovenes, espero que puedan percibir como los escritores nos transmiten en sus obras sus actitudes y conductas. La literatura nos muestra los que los seres humanos somos.


(perdon por no colocar los acentos, pero la computadora del hotel es americana jajaja)

jueves, 6 de noviembre de 2008

pelicula

Buenas noches maestra espero que donde se encuentre este bien
le escribo por la rason es que hoy vimos parte de la pelicula y la verdad esque seme hace muy interesante porque la berdad.
para mi en lo personal seme hace interesante pero labamos aterminar de ver.
espero que sela pase vien
y tenga una vonita noche
y cuidese mucho.
astaluego.

soy: Edgar Roberto Velez.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

LA OTRA CONQUISTA


Título: La otra conquista

Título original: The Other Conquest
País: México
Productora: Union Station Media
Director: Salvador Carrasco
Guión: Salvador Carrasco
Reparto: Damián Delgado, Elpidia Carrillo, José Carlos, Rodríguez, Iñaki Aierra

Sinopsis:
Narra la conquista española en México (1521) desde la perspectiva azteca, y muestra la lucha de Topiltzin, un hijo del emperador Moctezuma, por preservar la identidad religiosa y cultural de su pueblo ante la llegada de los españoles.

BIENVENIDOS

Hola jóvenes, espero que todo el curso disfrutemos el arte de la literatura!!! gracias!!
Su profesora Blanca


lES COMENTO QUE LA DIRECCION QUEDARÁ ASI

itasavi@yahoo.com.mx clave universitario2008


PARA QUE NO TENGAN PROBLEMA!!

domingo, 12 de octubre de 2008

Naguib Mafuz


Escritor egipcio. Nació el 11 de diciembre de 1911 en El Cairo. Cursó estudios en la Universidad Rey Faruk I (hoy Universidad de El Cairo). Fue el menor de siete hijos de un funcionario. Especialista en literatura medieval y arábiga. En la universidad, donde estudió filosofía, se inició en la escritura con artículos para revistas. Traductor al árabe de la obra de James Baikie El antiguo Egipto, en 1932. Dio expresión en metáforas poderosas, en un período de medio siglo, las esperanzas y frustraciones de su nación. Los lectores se han identificado tan frecuentemente con su obra, gran parte de la cual ha sido adaptada para el cine, teatro y televisión, que muchos de sus personajes han llegado a ser nombres familiares en Egipto y en otras sitios del mundo Arabe. Por otra parte, su obra, aunque profundamente volcada en la realidad local, apela a aquello que es universal y permanente en la naturaleza humana, como se puede apreciar por la recepción relativamente buena que su producción literaria ha encontrado en otras culturas. Comenzó a escribir ficción y publicó más de 80 relatos en los seis años siguientes. Su colección Susurro de locura se publicó en 1938. Trabajó en el ministerio de Asuntos Religiosos, de 1939 a 1954, y publicó tres volúmenes de una serie de 40 novelas históricas ambientadas en el periodo faraónico. Abandonó el proyecto y escribió novelas sobre temas sociales, también varios guiones para el cine. Su Trilogía de El Cairo (1956-1957) obtuvo un gran éxito. La novela El callejón de los milagros (1947), fue llevada al cine por el director mexicano Jorge Fons (1995). La película obtuvo el Premio Goya en España. En el año 1990 la obra repitió este éxito al ser traducida a otras lenguas europeas. Entre sus obras destaca Chicos de Gebelawi (1959), El ladrón y los perros (1961) y Miramar (1967). Considerado el «padre» de la prosa árabe contemporánea, en 1972 recibió el prestigioso Premio Nacional de las Letras Egipcias y se le otorgó el Collar de la República, el más alto honor de su nación. En 1988 se le concede el Premio Nobel de Literatura. Su estado de salud empezó a deteriorarse en 1994, cuando un integrista islámico intentó asesinarle —acusándole de atacar a la religión musulmana en sus novelas— y le clavó un cuchillo en el cuello. El ataque le causó graves daños en la visión y la audición, así como la parálisis del brazo derecho. Dos años más tarde fue calificado de "hereje" y sentenciado a muerte por grupo de radicales islámicos. Desde entonces permaneció prácticamente recluido en su hogar, con salidas esporádicas y controladas por la policía. Falleció el 30 de agosto de 2006 en un hospital a los 94 años de edad. Fue ingresado desde mediados de julio del mismo año en el Hospital de la Policía de Aguza, en El Cairo, debido a problemas en los pulmones y el riñón, además de dificultades respiratorias.

EL CALLEJÓN DE LOS MILAGROS

Género: Dramas
Título original: El callejón de los milagros
Director: Jorge Fons
Actores: Ernesto Gómez Cruz, María Rojo, Salma Hayek, Bruno Bichir Ver todos los actores
Duración: 2 horas 14 minutos
Fecha de estreno: 01/01/1995
País: México
Basada en la novela de Naguib Mafuz

Sinópsis:
El largometraje nos transmite un periodo de la tradicional y convulsionada ciudad de México, la pobreza, el hambre, el desempleo, la búsqueda por la felicidad y la contradicción de los sentimientos y valores humanos.

viernes, 10 de octubre de 2008

NAGUIB MAHFUZ

MAGUIB MAHFUZ

Pues se preguntaran y quien es el el bueno pues el fue, y digo fue por que murió hace 2 años es decir en el 2006, el fue el primer escritor árabe , galardonado con el premio nobel de literatura en 1988, novelista, periodista y escritor, plasma al cairo como un mundo. varias de sus obras se han llevado al cine, como el callejón de los milagros es la obra mas importantes de este interesantisimo autor.Con El espejismo (1948) y Principio y fin (1949), su obra dio un paso más, al incursionar en la novela psicológica. Dicho tránsito anunciaba uno de los períodos más significativos de su carrera literaria. Fue entonces cuando escribió su afamada trilogía compuesta por Entre dos palacios (1956), Palacio del deseo (1957) y La azucarera (1957), que le valió el Premio Nacional de las Letras Egipcias (1957).
en lo que respecta a mi punto de vista creo que este autor mezcla varios contextos, es decir creo que escribí lo que el podía percibir y los demás no, como todos lo literatos el usaba mucho el monologo interior es decir dejaba ver lo mas intimo de su personaje, también manejaba imagenes fantasiosas para poder representar sensaciones y emociones. pues bien chavos aquí les dejo unos ucantos datos de este gran autor, para que lo puedan comentar con sus amigos, novia, novio, en fin un poco de cultura no hace daño a nadie. cuidense bye

jueves, 2 de octubre de 2008

Mujeres Perfectas

Dirección: Frank Oz
País: USA
Año: 2004
Duración: 93 min
Género: Comedia
Interpretación: Nicole Kidman (Joanna Eberhart), Matthew Broderick (Walter Kresby), Bette Midler (Bobbie Markowitz), Christopher Walken (Mike Wellington), Faith Hill (Sarah Sunderson), Glenn Close (Claire Wellington), Roger Bart (Roger Bannister), David Marshall Grant (Jerry Harmon), Jon Lovitz (Dave Markowitz), Lorri Bagley (Charmaine).Guión: Paul Rudnick
Basado en la novela de Ira Levin
Producción: Scott Rudin, Donald De Line, Gabriel Grunfeld y Edgar J. Scherick.Música: David Arnold.Fotografía: Rob Hahn
Montaje: Jay Rabinowitz

Sinópsis:
Joanna Eberhart cree que ha llegado a lo más alto. Es la presidenta más joven de la historia de la cadena EBS y tiene un marido entregado y dos hijos preciosos. En apariencia la vida de Joanna es perfecta... hasta que llega un día catastrófico en el que todo su mundo se derrumba. La echan del trabajo, su matrimonio se tambalea, olvida hasta donde está el colegio de sus hijos y se queda convertida en candidata perfecta para una terapia de electro-shock. Pero la crisis nerviosa sirve para que Joanna y su marido Walter se replanteen su vida: reúnen a la familia y se mudan para empezar una nueva vida en el idílico paraiso suburbano de Stepford, Connecticut. Pero algo extraño pasa en la villa de Stepford, algo que levanta suspicacias en Joanna y también en Bobbie Markowitz, que acaba de instalarse en la zona con su irascible y gamberro marido Dave. Y también anda preocupado Roger Bannister, un arquitecto que se ha mudado a Stepford con la esperanza de salvar su inestable relación con su conservador compañero Jerry. El problema son las esposas. Todas son como Claire Wellington, hermosas, felices y asombrosamente activas y creativas: hacen pasteles, pintan la casa, cortan el césped, juegan con los niños y aún tienen tiempo de recibir a sus maridos con lencería sexy cuando vuelven del trabajo. Joanna anda cada vez más preocupada con sus atractivas pero sumisas vecinas. En cambio su marido Walter está encantado. En particular le impresiona la Asociación de Hombres de Stepford, cuya sede es una imponente mansión que se alza en el centro de la ciudad. Walter dice, Esta ciudad, estas casas... este lugar es como un sueño. Así es como debería ser la vida. Hasta que Joanna Eberhart viene a aguar la fiesta.

Ray Bradbury

Ray Douglas Bradbury nació el 22 de Agosto de 1920 en Waukegan, llinois. Era el tercer hijo de Leonard Spaulding Bradbury y Esther Marie Moberg Bradbury. Por el otoño de 1926 la familia del joven Ray se mudó de Waukegan, Illinois a Tucson, Arizona, sólo para volver a Waukegan en mayo de 1927. En el año 1931 empezó escribiendo su propias historias. En 1932, después de que su padre dejó su trabajo como instalador de lineas telefonicas, la familia de Bradbury se mudó de nuevo a Tucson y otra vez volvió a Waukegan el año siguiente. En 1934, durante la Gran Depresión la familia se mudó a Los Angeles, California.
Bradbury se graduó en una escuela secundaria de Los Angeles en 1938. Su educación formal acabó allí, pero él la llevó más allá por su cuenta, pasandose las noches en las bibliotecas y escribiendo durante el día. Vendió periódicos en las esquinas de Los Angeles de 1938 a 1942. La primera historia de Bradbury publicada fue "el Dilema de Hollerbochen," aparecida en 1938 en Imagination! , una revista amateur. En 1939, Bradbury publicó cuatro números de Futuria Fantasia, su propia revista amateur, donde la mayor parte del material era de su autorial. La primera publicación paga de Bradbury fue "Pendulum" en 1941 . En 1942 Bradbury escribió "The Lake," la historia en la qué descubrió su estilo de escritura distintivo.
En 1943 dejó su trabajó de vendedor de diarios, empezó a escribir a jornada completa y publicó numerosas historias cortas en las revistas. hasta que en 1943 se convirtió en escritor profesional. En 1945 su historia corta "The Big Black and White Game" fue seleccionada como Best American Short Stories. En 1947 Bradbury se casó con Marguerite McClure, y ese mismo año él recogió mucho de su mejor material y lo publicó como Dark Carnival, su primera colección de historias cortas. Su reputación como escritor de ciencia ficción se estableció con la publicación de The Martian Chronicles (Crónicas Marcianas) en 1950 (publicado en Inglaterra bajo el título The Silver Locusts), qué cuenta los primeros intentos de los terrestres para conquistar y colonizar Marte, la frustración constante de sus esfuerzos por los marcianos, mansos y telepatas, la colonización eventual, y finalmente el efecto en los colonos marcianos de una masiva guerra nuclear en la Tierra. Las Crónicas marcianas reflejan algunas de las ansiedades que prevalecen en la sociedad norteamericana en la temprana era atomica que se vivía en los años 50: Èl miedo de una guerra nuclear, el anhelo por una vida más simple, las reacciones contra el racismo y la censura, y el miedo de poderes políticos extranjeros. EL HOMBRE ILUSTRADO (1951), es otra de sus obras más conocidas. En ella, tomando como excusa los tatuajes de un hombre se desgranan varios relatos de tono fántastico, marcados por el tono poetico que caracteriza a la prosa bradburyana. Otro de los trabajos más famosos de Bradbury, la novela FAHRENHEIT 451, apareció en 1953 y se situa en un futuro en el que los libros son prohibidos. Resistiéndose a un Estado totalitario que quema todos los libros, un grupo de rebeldes memoriza trabajos enteros de literatura y filosofía. FARENHEIT 451 se convirtio, entre otras cosas, en un modelo de antiutopía literaria. Bradbury no sólo es novelista, también ha escrito inumerables guiones de televisión, ensayos y poemas. Tampoco puede circunscribirselo a la literatura de ciencia- ficción y ni siquiera al genero fantástico, porque ha transitado por el genero policial y el relato costumbrista y realista, sobre todo en los últimos tiempos. Su preocupación como escritor no sólo se centra en cuestionarse el modo de vida actual, también se adentra en el reino de lo fantástico y maravilloso, con un estilo poético y a veces provocativo. En su niñez, Bradbury fue muy propenso a las pesadillas y horribles fantasías, que acabó por plasmar en sus relatos muchos años después. Bradbury toma frecuentemente el racismo como tema central de sus relatos, así como la guerra atómica y, como en FARENHEIT 451, la censura y la tecnología. Su preocupación profunda por el futuro de una humanidad dependiente de las máquinas es otro de los temas que se pueden ver frecuentemente en los relatos de Bradbury. También reflejan algunas de las ansiedades más características de la America actual, como el deseo de una vida más sencilla y alejada del ajetreo de la modernidad o el miedo a lo ajeno, a lo extranjero. Tampoco es extraño encontrar como tema favorito de Bradbury el miedo a la muerte. En 1988 fue nombrado Gran Maestro Nebula. Ray Bradbury vive actualmente en California y todavía está escribiendo activamente y disertando.

Isaac Asimov

Escritor estadounidense de origen ruso que destacó especialmente en el género de la ciencia-ficción y la divulgación cientítica. Nacido en el seno de una familia judía, fue el primogénito del matrimonio formado por Judah Asimov y Anna Rachel Berman. Algunos biógrafos fijan erróneamente su nacimiento el día 4 de octubre de 1919, sin reparar en el hecho de que su madre modificó esta fecha con el propósito de que el pequeño Isaac pudiese ingresar en la enseñanza pública un año antes del que le correspondía por su edad.
A comienzos de 1923, la familia Asimov abandonó la recién creada Unión Soviética para trasladarse a los Estados Unidos de América. Instalados, en un principio, en el barrio neoyorquino de Brooklyn (habitado en su mayor parte por ciudadanos hebreos), los Asimov salieron adelante en su nuevo país merced a la tienda de dulces regentada por el cabeza de familia, negocio que poco a poco fue prosperando y mudando de ubicación.
En dicho establecimiento se ponían a la venta una serie de publicaciones de ciencia ficción que el jovencísimo Isaac comenzó a devorar con verdadera curiosidad tan pronto como hubo aprendido a leer, sin sospechar que, con el paso de los años, algunas de esas revistas habrían de salir a la calle llevando en sus portadas su propio nombre.
Esta precocidad intelectual animó a sus progenitores a facilitarle una temprana formación escolar, por lo que su madre falsificó su fecha de nacimiento para hacer posible su ingreso, en 1925, en una escuela pública de Nueva York. Cursó luego su formación secundaria en la East New York Junior High School, donde se graduó en 1930; pasó luego a la Boys High School, en la que permaneció hasta 1935, año en el que, una vez completados con brillantez sus estudios de bachillerato, se halló preparado para emprender su formación superior con tan sólo quince años de edad.
Matriculado en la universidad neoyorquina de Columbia en 1935, al cabo de cuatro años Isaac Asimov ya había conseguido el título de Licenciado en Químicas; posteriormente, nuevos estudios superiores le permitieron licenciarse en Ciencias y Artes y doctorarse en Filosofía. En contra del deseo de sus padres, que esperaban que se dedicara al ejercicio de la Medicina, Asimov decidió que su futuro profesional pasaba necesariamente por el cultivo de la literatura.
Durante la Segunda Guerra Mundial trabajó para la Marina estadounidense en unos laboratorios de Filadelfia. En 1942, contrajo matrimonio con Gertrudis Blugerman, con la que tendría dos hijos. Acabada la contienda, Asimov abandonó su puesto en la Navy y siguió estudios de Bioquímica en la Universidad de Columbia, en la que se doctoró 1948. Al año siguiente ingresó en el claustro de la Medical School de la Universidad de Boston, para ejercer la docencia en calidad de profesor ayudante de Bioquímica, materia que continuó explicando en dichas aulas durante casi un decenio (1949-1958).
En 1970, Isaac Asimov se separó de su esposa Gertrude para casarse, tres años después, con Janet Opal Jeppson, con la que no tuvo descendencia. A comienzos de la década de los noventa, a raíz de una intervención quirúrgica motivada por una grave afección prostática, Isaac Asimov se vio obligado a reducir su intensa actividad creativa e investigadora. La muerte le sobrevino en la ciudad de Nueva York a comienzos de la primavera de 1992, como consecuencia de un fallo cardíaco y una insuficiencia renal.

H.G. WELLS

Herbert George Wells nace en Bromley 1866 y muere en Londres, 1946. Narrador y filósofo político de nacionalidad inglesa. Escritor moderno, de gran capacidad creadora y originalidad temática, H.G. Wells se encuentra en la línea de novelistas que exponen una visión realista de la vida y mantienen una enérgica creencia en la capacidad del hombre para servirse de la técnica como medio para mejorar las condiciones de vida de la humanidad.
Un accidente infantil por el que se rompió la tibia y su larga convalecencia lo obligaron a permanecer durante meses en reposo. Con ocho años de edad, esta impuesta quietud propició el descubrimiento de la lectura y en particular, guiado por su padre, de autores como C. Dickens o W. Irving. En su juventud, Wells estudió biología en la Normal School of Science de Londres, y alejado del humanismo clásico, se situó en una posición más cercana a las ciencias, que le proporcionó buena parte de la energía creadora que nutrió su trayectoria como novelista.
Su producción podría dividirse en tres etapas: la de novela científica, la familiar y la sociológica. La novela científica comenzó con el fin de la Segunda Guerra Mundial y se convirtió pronto en un género popular, y las escritas por Wells son obras maestras del género gracias a su interés científico, así como a sus sólidas estructuras estilísticas y a su prodigio imaginativo. Basta como ejemplo la primera de ellas, La máquina del tiempo (1895), en la que el inventor de la máquina puede viajar hacia el pasado o el futuro con un sencillo movimiento de palanca.
El protagonista viaja al año 802701 y contempla un panorama patético, consecuencia de la doctrina evolucionista, en un mundo habitado por dos especies humanoides: los eloi, vegetarianos ociosos, apacibles y simpáticos, desprovistos de inteligencia, y los desalmados y terribles morlocks, habitantes del subsuelo y herederos de las clases sojuzgadas, que de vez en cuando suben a la superficie para devorar a los eloi.

Virginia Woolf


Adeline Virginia Stephen; Londres, Reino Unido, 1882-Lewes, id., 1941) Escritora británica. Hija de sir Leslie Stephen, distinguido crítico e historiador, creció en un ambiente frecuentado por literatos, artistas e intelectuales. Tras el fallecimiento de su padre, en 1905, se estableció con su hermana Vanessa –pintora que se casaría con el crítico Clive Bell– y sus dos hermanos en el barrio londinense de Bloomsbury, que se convirtió en centro de reunión de antiguos compañeros universitarios de su hermano mayor, entre los que figuraban intelectuales de la talla del escritor E. M. Forster, el economista J. M. Keynes y los filósofos Bertrand Russell y Ludwig Wittgenstein, y que sería conocido como el grupo de Bloomsbury.
En 1912, cuando contaba treinta años, casó con Leonard Woolf, economista y miembro también del grupo, con quien fundó en 1917 la célebre editorial Hogarth Press, que editó la obra de la propia Virginia y la de otros relevantes escritores, como Katherine Mansfield, T. S. Eliot o S. Freud. Sus primeras novelas, Viaje de ida y Noche y día, ponen ya de manifiesto la intención de la escritora de romper los moldes narrativos heredados de la novelística inglesa anterior, en especial la subordinación de personajes y acciones al argumento general de la novela, así como las descripciones de ambientes y personajes tradicionales; sin embargo, estos primeros títulos apenas merecieron consideración por parte de la crítica.
Sólo con la publicación de La señora Dolloway y Alfaro comenzaron a elogiar los críticos su originalidad literaria. En estas obras llaman ya la atención la maestría técnica y el afán experimental de la autora, quien introducía además en la prosa novelística un estilo y unas imágenes hasta entonces más propios de la poesía. Desaparecidas la acción y la intriga, sus narraciones se esfuerzan por captar la vida cambiante e inasible de la conciencia.
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Las Horas

Dirección: Stephen Daldry
País: USA.Año: 2002.
Duración: 114 min
Interpretación: Meryl Streep (Clarissa Vaughan), Nicole Kidman (Virginia Woolf), Julianne Moore (Laura Brown), Stephen Dillane (Leonard Woolf), Miranda Richardson (Vanessa Bell), Ed Harris (Richard Brown), John C. Reilly (Dan Brown), Charley Ramm (Julian Bell), Toni Collette (Kitty), Claire Danes (Julia Vaughan), Jeff Daniels (Louis Waters), Eileen Atkins (Barbara).Guión: David Hare
Producción: Scott Rudin y Robert Fox
Música: Philip Glass
Fotografía: Seamus McGarvey
Montaje: Peter Boyle
Diseño de producción: Maria Djurkovic
Dirección artística: Mark Raggett, Judy Rhee y Nick Palmer
Vestuario: Ann Roth

Sinópsis:
Tres épocas, tres historias, y tres mujeres se funden en un todo continuo que late y fluye de principio a fin. Cada mujer está unida a las otras como los eslabones de una cadena, ajenas a que el poder de una simple y magistral novela está cambiando sus vidas inexorablemente. Primero está Virginia Woolf, viviendo en un suburbio de Londres a principios de los años 20. Más de dos décadas después, Laura Brown, una esposa y madre que vive en Los Ángeles. Y más tarde, ya en la ciudad de Nueva York de nuestros días, está Clarissa Vaughan, una versión moderna de la Mrs. Dalloway de Woolf.

martes, 16 de septiembre de 2008


Dirección: Mike Johnson y Tim Burton.

Países: USA y Reino Unido.

Año: 2005.Duración: 76 min.

Género: Animación, comedia.

Guión: John August, Caroline Thompson y Pamela Pettler

Basado en los personajes creados por Tim Burton y Carlos Grangel.

Producción: Tim Burton y Allison Abbate.

Música: Danny Elfman.Fotografía: Pete Kozachik.

Año: 2005


SINOPSIS
Ambientada en un pueblecito europeo en el siglo XIX, esta película de animación fotograma a fotograma cuenta la historia de Victor, un joven que es llevado de repente al infierno, donde se casa con una misteriosa Novia Cadáver, mientras que su verdadera novia, Victoria espera en el mundo de los vivos. A pesar de que la tierra de los muertos resulta ser más colorista que su estricta educación victoriana, Victor aprende que no hay nada en este mundo, ni en el siguiente, que pueda separarle de su único y verdadero amor. Es un cuento de optimismo, romance y una “otra vida” muy animada, contada con el clásico estilo Tim Burton.

Jean Paul Sartré


(París, 1905-id., 1980)

Filósofo y escritor francés. Precoz lector de los clásicos franceses, en 1915 ingresó en el liceo Henri IV de París y conoció a Paul Nizan, con quien inició una estrecha amistad. Al año siguiente, el segundo matrimonio de su madre (considerado por Jean-Paul como «una traición») lo obligó a trasladarse a La Rochelle; hasta 1920 no regresó a París. En 1924 inició sus estudios universitarios en la École Normale Supérieure, donde conoció a Simone de Beauvoir, con quien estableció una relación que duraría toda su vida.
Tras cumplir el servicio militar, empezó a ejercer como profesor de instituto; en 1933 obtuvo una beca de estudios que le permitió trasladarse a Alemania, donde entró en contacto con la filosofía de Husserl y de Heidegger. En 1938 publicó La náusea, novela que pretendía divulgar los principios del existencialismo y que le proporcionó cierta celebridad, al tiempo que se convertía en símbolo de aquel movimiento filosófico.
Movilizado en 1939, fue hecho prisionero, aunque consiguió evadirse en 1941 y regresar a París, donde trabajó en el liceo Condorcet y colaboró con A. Camus en Combat, el periódico de la Resistencia.
En 1943 publicó El Ser y la Nada, su obra filosófica más conocida, versión personal de la filosofía existencialista de Heidegger. El ser humano existe como cosa (en sí), pero también como conciencia (para sí), que sabe de la existencia de las cosas sin ser ella misma un en sí como esas cosas, sino su negación (la Nada).
La conciencia sitúa al hombre ante la posibilidad de elegir lo que será; ésta es la condición de la libertad humana. Eligiendo su acción, el hombre se elige a sí mismo, pero no elige su existencia, que le viene ya dada y es requisito de su elección; de aquí la famosa máxima existencialista: «la existencia precede a la esencia».

Franz Kafka


(Praga, 1883 - Kierling, Austria, 1924)

Escritor checo en lengua alemana. Nacido en el seno de una familia de comerciantes judíos, Franz Kafka se formó en un ambiente cultural alemán, y se doctoró en derecho. Pronto empezó a interesarse por la mística y la religión judías, que ejercieron sobre él una notable influencia y favorecieron su adhesión al sionismo.
Su proyecto de emigrar a Palestina se vio frustrado en 1917 al padecer los primeros síntomas de tuberculosis, que sería la causante de su muerte. A pesar de la enfermedad, de la hostilidad manifiesta de su familia hacia su vocación literaria, de sus cinco tentativas matrimoniales frustradas y de su empleo de burócrata en una compañía de seguros de Praga, Franz Kafka se dedicó intensamente a la literatura.
Su obra, que nos ha llegado en contra de su voluntad expresa, pues ordenó a su íntimo amigo y consejero literario Max Brod que, a su muerte, quemara todos sus manuscritos, constituye una de las cumbres de la literatura alemana y se cuenta entre las más influyentes e innovadoras del siglo XX.
En la línea de la Escuela de Praga, de la que es el miembro más destacado, la escritura de Kafka se caracteriza por una marcada vocación metafísica y una síntesis de absurdo, ironía y lucidez. Ese mundo de sueños, que describe paradójicamente con un realismo minucioso, ya se halla presente en su primera novela corta.
En 1913, el editor Rowohlt accedió a publicar su primer libro, Meditaciones, que reunía extractos de su diario personal, pequeños fragmentos en prosa de una inquietud espiritual penetrante y un estilo profundamente innovador, a la vez lírico, dramático y melodioso. Sin embargo, el libro pasó desapercibido; los siguientes tampoco obtendrían ningún éxito, fuera de un círculo íntimo de amigos y admiradores incondicionales.
El estallido de la Primera Guerra Mundial y el fracaso de un noviazgo en el que había depositado todas sus esperanzas señalaron el inicio de una etapa creativa prolífica. Entre 1913 y 1919 Franz Kafka escribió El proceso, La metamorfosis y La condena y publicó El chófer, que incorporaría más adelante a su novela América, En la colonia penitenciaria y el volumen de relatos Un médico rural.

martes, 9 de septiembre de 2008

Wilde


TITULO: Wilde
AÑO: 1997
DURACIÓN: 117 min,
DIRECTOR:
Brian Gilbertee
GUIÓN: Julian Mitchell (Novela: Richard Ellmann)
MÚSICA: Debbie Wiseman
FOTOGRAFÍA: Martin Fuhrer
REPARTO:
Stephen Fry, Jude Law, Vanessa Redgrave, Jennifer Ehle, Gemma Jones, Judy Parfitt, Michael Sheen, Zöe Wanamaker, Tom Wilkinson, Orlando Bloom
PRODUCTORA: Capitol Films
GÉNERO: Drama / Biográfica

SINOPSIS: Wilde es la historia de un genio...un hombre que tuvo la osadía de enfrentarse a los tabúes de la sociedad británica, la hipocresía y la estupidez. Es una narración del episodio más amargo del famoso autor Oscar Wilde; una vida llena de escándalos y de éxitos... una época en la que ser diferente se consideraba un delito, y la envidia perseguía a los genios...

Oscar Wilde

(Irlanda, 1854-1900)

Novelista, poeta, crítico literario y autor teatral de origen irlandés, gran exponente del esteticismo cuya principal característica era la defensa del arte por el arte. Oscar Fingal O'Flahertie Wills Wilde nació el 16 de octubre de 1854, en Dublín y estudió en el Trinity College de esa ciudad. De joven solía participar en las reuniones literarias organizadas por su madre. Más tarde, siendo estudiante de la Universidad de Oxford, destacó en el estudio de los clásicos y escribió poesía; su extenso poema Ravenna ganó el prestigioso premio Newdigate en 1878, y convirtió el estilo bohemio de su juventud en una filosofía de vida. En Oxford, recogió la influencia de innovadores estéticos como los escritores Walter Pater y John Ruskin. De carácter excéntrico, el joven Wilde llevaba el pelo largo y vestía pantalones de montar de terciopelo. Su habitación estaba repleta de objetos de arte, como girasoles, plumas de pavo real y porcelanas de china. Sus actitudes y modales fueron repetidamente ridiculizados en la publicación satírica Punch y en la ópera cómica de Gilbert y Sullivan Paciencia. A pesar de ello, su ingenio y su talento le hicieron ganar innumerables admiradores. Su primer libro fue Poemas (1881), y su primera obra teatral, Vera o los nihilistas (1882), se representó por primera vez en Nueva York, ciudad en la que el autor se encontraba por entonces, de paso en una larga gira de conferencias por los Estados Unidos. Tras ella, se estableció en Londres y, en 1884, se casó con una mujer irlandesa muy rica, Constance Lloyd, con la que tuvo dos hijos. A partir de entonces, se dedicó exclusivamente a la literatura. En 1895, en la cima de su carrera, se convirtió en la figura central del más sonado proceso judicial del siglo, que consiguió escandalizar a toda la mojigata clase media de la Inglaterra victoriana. Wilde, que había mantenido una íntima amistad con lord Alfred Douglas, fue acusado por el padre de éste, el marqués de Queensberry, de sodomía. Se le declaró culpable en el juicio, celebrado en mayo de 1895, y, condenado a dos años de trabajos forzados, salió de la prisión arruinado material y espiritualmente. Pasó el resto de su vida en París, bajo el nombre falso de Sebastian Melmoth. Entre sus primeras obras se cuentan dos colecciones de historias fantásticas, escritas para sus hijos, El príncipe feliz (1888) y La casa de las granadas (1892), y un conjunto de cuentos breves, El crimen de lord Arthur Saville (1891). Su única novela, El retrato de Dorian Gray (1891), es una melodramática historia de decadencia moral, que destaca por su brillante estilo epigramático. Aunque el autor describe todo el proceso de la corrupción del protagonista y, a través del sorprendente final, defiende la lucha contra la degradación moral, los críticos de su tiempo continuaron considerándole un inmoral. Las obras teatrales más personales e interesantes de Wilde fueron las cuatro comedias El abanico de lady Windermere (1892), Una mujer sin importancia (1893), Un marido ideal (1895) y La importancia de llamarse Ernesto (1895), caracterizadas por unos argumentos hábilmente entretejidos y por sus ingeniosos diálogos.A pesar de su escasa experiencia dramática, consiguió demostrar un talento innato para los efectos teatrales y para la farsa, y aplicó a estas obras algunos de los métodos creativos que solía utilizar en sus restantes obras, como las paradojas en forma de refrán inverso, algunas de las cuales han llegado a hacerse muy famosas: -Experiencia es el nombre que cada uno da a sus propios errores- o -¿Qué es un cínico? Una persona que conoce el precio de todo y el valor de nada-. En contraste con sus comedias, Salomé es una obra teatral seria acerca de la pasión obsesiva. Originalmente escrita en francés, la estrenó en París en 1894 la reconocida actriz Sarah Bernhardt. Posteriormente, el compositor alemán Richard Strauss compuso una ópera homónima basada en ella. Lord Alfred Douglas la tradujo al inglés, en 1894, y el artista Aubrey Beardsley la ilustró. En la cárcel, Wilde escribió De profundis (1895), una extensa carta de arrepentimiento por su pasado estilo de vida. Algunos críticos la han considerado una obra extremadamente reveladora; otros, en cambio, una explosión sentimental muy poco sincera. La balada de la cárcel de Reading (1898), escrito en Berneval, Francia, muy poco después de salir de prisión, y publicado anónimamente en Inglaterra, es uno de sus poemas más poderosos. En él retrata la dureza de la vida en la cárcel y la desesperación de los presos, con un lenguaje bello y cadencioso. Durante muchos años, el nombre de Oscar Wilde sobrellevó el estigma impuesto por la puritana sociedad victoriana. En la actualidad, el artista que se esconde tras ese nombre ha sido reconocido como un brillante crítico social, y sus obras mantienen una vigencia universal. En la literatura en español su influencia se dejó notar en los escritores más esteticistas desde el español Ramón Gómez de la Serna, pasando por el chileno Eduardo Barrios o el catalán Pere Gimferrer. El escritor y editor Ricardo Baeza ha traducido casi toda su obra publicada, primero en España y después en Buenos Aires, donde se exilió durante la Guerra Civil española. Se convirtió al catolicismo el 30 de noviembre de 1900, poco antes de morir de meningitis.

El fantasma de Canterville

Stéphan Mallarmé

(París; 18 de marzo de 1842 - † Valvins; 9 de septiembre de 1898)

Poeta y crítico francés, uno de los grandes del siglo XIX, representa la culminación y al mismo tiempo la superación del simbolismo francés. Fue antecedente claro de las vanguardias que marcarían los primeros años del siguiente siglo. Bautizado con el nombre Etienne Mallarmé, al perder a su padre en 1849, fue tutelado por sus abuelos. La muerte de su hermana María le marcó profundamente. Estudió el bachillerato en Sens. En 1862, tras conocer a una joven alemana, Maria Gerhard, dejó su empleo para vivir con ella en Londres, con la idea de prepararse para ser profesor de inglés. Excluido del servicio militar en 1863, se casó en Londres con Maria el 10 de agosto y obtuvo su acreditación para enseñar inglés. En septiembre, fue nombrado jefe de estudios en el Instituto de Tournon, y posteriormente en otros institutos franceses hasta 1871, año en que se instaló en París. El 8 de septiembre de 1898, sufrió un espasmo de faringe. Pidió a su ayudante y a su hija que destruyeran sus escritos, diciendo: «No tengo herederos literarios...». Por la mañana, murió. Durante años, sus veladas literarias fueron consideradas el centro de la vida intelectual parisina. Entre otros asistentes, cabe mencionar a Stefan George, Rainer Maria Rilke, Paul Verlaine, W.B.Yeats y Paul Valéry. Caricatura de Stéphane Mallarmé en la prensa de la época, 1887Autor de una obra poética tan breve como ambiciosa, el oscuro y esteticista Mallarmé inició, en la segunda mitad del siglo XIX, una renovación de la poesía cuya influencia se siente hasta nuestros días. Dueño de una sintaxis, ritmo y vocabulario poco comunes, Mallarmé creó poemas cerrados en sí mismos, lejos de cualquier realismo, donde el sentido proviene de las resonancias. En su poesía las sonoridades y los colores juegan un rol tan importante como los sentidos cotidianos que tienen las palabras, lo cual hace su traducción realmente difícil. Según algunos autores, Mallarmé es el creador de un impresionismo literario. José Lezama Lima, poeta y escritor cubano estudioso y admirador de Mallarmé escribió: ... es, con Rimbaud, uno de los grandes centros de polarización poéticos, situado en el inicio de la poesía contemporánea y una de las aptitudes más enigmáticas y poderosas que existen en la historia de las imágenes. Sus páginas, y el murmullo de sus timbres serán algún día alzados, para ser leídos por los dioses.

Charles Baudelaire


(Francia, 1821-1867)

Poeta y crítico francés, principal representante de la escuela simbolista. Nació en París el 9 de abril de 1821 y estudió en el Collège Louis-le-Grand. Su infancia y su adolescencia fueron infelices, pues su padre murió cuando tenía sólo seis años. Su madre volvió a casarse y Charles, que odiaba a su padrastro, nunca se lo perdonó. Decididos a poner freno a su carrera literaria, y con la intención de que abandonara sus propósitos, sus padres lo enviaron a la India en 1841. Pero abandonó el barco y regresó a París en 1842, más dispuesto que nunca a dedicarse a la literatura. Con la intención de solucionar sus problemas económicos, empezó a escribir críticas en la prensa nacional. Sus primeras publicaciones importantes fueron dos cuadernillos de crítica de arte, Los salones (1845-1846), en los que analizaba con agudeza las pinturas y los dibujos de artistas contemporáneos franceses como Honoré Daumier, Edouard Manet y Eugène Delacroix. Su primer éxito literario llegó en 1848, cuando aparecieron sus traducciones del escritor estadounidense Edgar Allan Poe. Animado por los resultados, e inspirado por el entusiasmo que en él suscitó la obra de Poe, a quien le unía una fuerte afinidad, Baudelaire continuó traduciendo los relatos de Poe hasta 1857. En 1842 alcanzó la mayoría de edad y heredó la fortuna de su padre, lo que le permitió irse de casa y disfrutar de una vida de lujo. Las grandes sumas de dinero que gastó en su apartamento del Hôtel Lauzun y su estilo de vida decadente le dieron fama de excéntrico, e inmoral y le hicieron endeudarse para el resto de su vida. Durante este periodo de libertad y ocio, Baudelaire fue, sin embargo, enormemente creativo y escribió muchos de sus mejores poemas. La principal obra de Baudeleaire, una recopilación de poemas que lleva por título Las flores del mal, vio la luz en 1857. Inmediatamente después de su publicación, el gobierno francés acusó a Baudelaire de atentar contra la moral pública. A pesar de que la élite literaria francesa salió en defensa del poeta, Baudelaire fue multado y seis de los poemas contenidos en este libro desaparecieron en las ediciones posteriores. La censura no se levantó hasta 1949. Su siguiente obra, Los paraísos artificiales (1860), es un estudio autoanalítico basado en sus propias experiencias e inspirado en las Confesiones de un comedor de opio inglés, del escritor británico Thomas De Quincey. A partir de 1864 y hasta 1866, Baudelaire vivió en Bélgica. En 1867, aquejado de parálisis, regresó a París, donde tras una larga agonía murió el 31 de agosto. Considerado hoy como uno de los mayores poetas de la literatura francesa, Baudelaire poseía un sentido clásico de la forma, una extraordinaria habilidad para encontrar la palabra perfecta y un gran talento musical; escribió algunos de los poemas más bellos e incisivos de la literatura francesa. Su originalidad, que causaba tanto asombro como malestar, le hace merecedor de un lugar al margen de las escuelas literarias dominantes en su época. Su poesía es para algunos la síntesis definitiva del romanticismo, para otros la precursora del simbolismo y para otros, finalmente, la primera expresión de las técnicas modernas. Baudelaire fue un hombre dividido, atraído con idéntica fuerza por lo divino y lo diabólico. Sus poemas hablan del eterno conflicto entre lo ideal y lo sensual, entre el spleen y el ideal. En ellos se describen todas las experiencias humanas, desde las más sublimes hasta las más sórdidas. Entre sus obras destacan, además de las ya citadas Pequeños poemas en prosa, sus diarios íntimos Cohetes, y Mi corazón al desnudo. Todas ellas se publicaron tras la muerte del autor, en 1867.
Textos:

jueves, 4 de septiembre de 2008

Pantaleón y las visitadoras

Año:2000
Nacionalidad: Perú-España
Estreno: 30-06-2000
Género: Comedia
Duración: 142 m.
Dirección: Francisco Lombardi
Intérpretes: Salvador del Solar (Pantaleón Pantoja), Angie Cepeda (La Colombiana), Mónica Sánchez (Pochita). Pilar Bardem (Chuchupe), Gianfranco Brero (General Collazos)
Guión: Giovanna Pollarolo - Enrique Moncloa
Fotografía: Teodoro Delgado
Música: Bingen Mendizabal
Montaje:Danielle Fillios

Sinopsis:
Pantaleón Pantoja, capitán del Ejército, es un hombre íntegro, buen esposo y excelente profesional. Debido a su carácter serio y responsable, a su discreción, a sus dotes de estadista y de organizador nato, es elegido por sus superiores para realizar una difícil y secreta misión: montar un servicio ambulante de prostitutas (visitadoras) para aplacar las necesidades sexuales de las tropas que se encuentran en lugares remotos de la Amazonia. A pesar de su nula experiencia en el campo de la prostitución, Pantaleón, como es su costumbre, acata la decisión de sus superiores y se entrega de lleno para cumplir a la perfección la misión encomendada, cuyo carácter secreto le obligará a mentir y ocultársela a su esposa, Pocha.

Referencias:
Está dirigida por Francisco Lombardi, quien ya había adaptado otra obra de Mario Vargas Llosa, La ciudad y los perros. Otras películas suyas son Bajo la piel o No se lo digas a nadie. Fue Cocha de Plata en el Festival de Cine de San Sebastián por En la boca del miedo.
Existe una versión cinematográfica anterior dirigida en 1975 por el propio Vargas Llosa junto a José Mª Gutiérrez y protagonizada por José Sacristán.
La principal aportación española es la actriz Pilar Bardem (
La mujer más fea del mundo, Sexo por compasión).
Se presentó en el Festival de Cine de Berlín 2000.

martes, 2 de septiembre de 2008

UN DIA DE ESTOS


* Gabriel García Márquez (escritor colombiano)


El lunes amaneció tibio y sin lluvia. Don Aurelio Escovar, dentista sin título y buen madrugador, abrió su gabinete a las seis. Sacó de la vidriera una dentadura postiza montada aún en el molde de yeso y puso sobre la mesa un puñado de instrumentos que ordenó de mayor a menor, como en una exposición. Llevaba una camisa a rayas, sin cuello, cerrada arriba con un botón dorado, y los pantalones sostenidos con cargadores elásticos. Era rígido, enjuto, con una mirada que raras veces correspondía a la situación, como la mirada de los sordos.

Cuando tuvo las cosas dispuestas sobre la mesa rodó la fresa hacia el sillón de resortes y se sentó a pulir la dentadura postiza. Parecía no pensar en lo que hacía, pero trabajaba con obstinación, pedaleando en la fresa incluso cuando no se servía de ella.

Después de la ocho hizo una pausa para mirar el cielo por la ventana y vio dos gallinazos pensativos que se secaban al sol en el caballete de la casa vecina. Siguió trabajando con la idea de que antes del almuerzo volvería a llover. La voz destemplada de su hijo de once años lo sacó de su abstracción.

-- Papá.
-- Qué
-- Dice el alcalde que si le sacas una muela.
-- Dile que no estoy aquí.

Estaba puliendo un diente de oro. Lo retiró a la distancia del brazo y lo examinó con los ojos a medio cerrar. En la salita de espera volvió a gritar su hijo.

-- Dice que sí estás porque te está oyendo.
El dentista siguió examinando el diente. Sólo cuando lo puso en la mesa con los trabajos terminados, dijo:

-- Mejor.
Volvió a operar la fresa. De una cajita de cartón donde guardaba las cosas por hacer, sacó un puente de varias piezas y empezó a pulir el oro.

-- Papá.
-- Qué.

Aún no había cambiado de expresión.
-- Dice que si no le sacas la mela te pega un tiro.

Sin apresurarse, con un movimiento extremadamente tranquilo, dejó de pedalear en la fresa, la retiró del sillón y abrió por completo la gaveta inferior de la mesa. Allí estaba el revólver.

-- Bueno --dijo--. Dile que venga a pegármelo.
Hizo girar el sillón hasta quedar de frente a la puerta, la mano apoyada en el borde de la gaveta. El alcalde apareció en el umbral. Se había afeitado la mejilla izquierda, pero en la otra, hinchada y dolorida, tenía una barba de cinco días. El dentista vio en sus ojos marchitos muchas noches de desesperación. Cerró la gaveta con la punta de los dedos y dijo suavemente:

-- Siéntese.
-- Buenos días --dijo el alcalde.
-- Buenos --dijo el dentista.

Mientras hervían los instrumentos, el alcalde apoyó el cráneo en el cabezal de la silla y se sintió mejor. Respiraba un olor glacial. Era un gabinete pobre: una vieja silla de madera, la fresa de pedal, y una vidriera con pomos de loza. Frente a la silla, una ventana con un cancel de tela hasta la altura de un hombre. Cuando sintió que el dentista se acercaba, el alcalde afirmó los talones y abrió la boca.

Don Aurelio Escovar le movió la cabeza hacia la luz. Después de observar la muela dañada, ajustó la mandíbula con una presión cautelosa de los dedos.

-- Tiene que ser sin anestesia --dijo.
-- ¿Por qué?
-- Porque tiene un absceso.

El alcalde lo miró en los ojos.

-- Esta bien --dijo, y trató de sonreír. El dentista no le correspondió. Llevó a la mesa de trabajo la cacerola con los instrumentos hervidos y los sacó del agua con unas pinzas frías, todavía sin apresurarse. Después rodó la escupidera con la punta del zapato y fue a lavarse las manos en el aguamanil. Hizo todo sin mirar al alcalde. Pero el alcalde no lo perdió de vista.

Era una cordal inferior. El dentista abrió las piernas y apretó la muela con el gatillo caliente. El alcalde se aferró a las barras de la silla, descargó toda su fuerza en los pies y sintió un vacío helado en los riñones, pero no soltó un suspiro. El dentista sólo movió la muñeca. Sin rencor, mas bien con una marga ternura, dijo:

-- Aquí nos paga veinte muertos, teniente.

El alcalde sintió un crujido de huesos en la mandíbula y sus ojos se llenaron de lágrimas. Pero no suspiró hasta que no sintió salir la muela. Entonces la vio a través de las lágrimas. Le pareció tan extraña a su dolor, que no pudo entender la tortura de sus cinco noches anteriores. Inclinado sobre la escupidera, sudoroso, jadeante, se desabotonó la guerrera y buscó a tientas el pañuelo en el bolsillo del pantalón. El dentista le dio un trapo limpio.

-- Séquese las lágrimas --dijo.

El alcalde lo hizo. Estaba temblando. Mientras el dentista se lavaba las manos, vio el cielorraso desfondado y una telaraña polvorienta con huevos de araña e insectos muertos. El dentista regresó secándose. "Acuéstese --dijo-- y haga buches de agua de sal." El alcalde se puso de pie, se despidió con un displicente saludo militar, y se dirigió a la puerta estirando las piernas, sin abotonarse la guerrera.

-- Me pasa la cuenta -dijo.
-- ¿A usted o al municipio?

El alcalde no lo miró. Cerró la puerta, y dijo, a través de la red metálica:

-- Es la misma vaina.

CONDUCTA EN LOS VELORIOS

* Julio Cortázar (escritor argentino)
No vamos por el anís, ni porque hay que ir. Ya se habrá sospechado: vamos porque no podemos soportar las formas más solapadas de la hipocresía. Mi prima segunda, la mayor, se encarga de cerciorarse de la índole del duelo, y si es de verdad, si se llora porque llorar es lo único que les queda a esos hombres y a esas mujeres entre el olor a nardos y a café, entonces nos quedamos en casa y los acompañamos desde lejos. A lo sumo mi madre va un rato y saluda en nombre de la familia; no nos gusta interponer insolentemente nuestra vida ajena a ese diálogo con la sombra. Pero si de la pausada investigación de mi prima surge la sospecha de que en un patio cubierto o en la sala se han armado los trípodes del camelo, entonces la familia se pone sus mejores trajes, espera a que el velorio esté a punto, y se va presentando de a poco pero implacablemente.

En Pacífico las cosas ocurren casi siempre en un patio con macetas y música de radio. Para estas ocasiones los vecinos condescienden a apagar las radios, y quedan solamente los jazmines y los parientes, alternándose contra las paredes. Llegamos de a uno o de a dos, saludamos a los deudos, a quienes se reconoce fácilmente porque lloran apenas ven entrar a alguien, y vamos a inclinarnos ante el difunto, escoltados por algún pariente cercano. Una o dos horas después toda la familia está en la casa mortuoria, pero aunque los vecinos nos conocen bien, procedemos como si cada uno hubiera venido por su cuenta y apenas hablamos entre nosotros. Un método preciso ordena nuestros actos, escoge los interlocutores con quienes se departe en la cocina, bajo el naranjo, en los dormitorios, en el zaguán, y de cuando en cuando se sale a fumar al patio o a la calle, o se da una vuelta a la manzana para ventilar opiniones políticas y deportivas. No nos lleva demasiado tiempo sondear los sentimientos de los deudos más inmediatos, los vasitos de caña, el mate dulce y los Particulares livianos son el puente confidencial; antes de media noche estamos seguros, podemos actuar sin remordimientos. Por lo común mi hermana la menor se encarga de la primera escaramuza; diestramente ubicada a los pies del ataúd, se tapa los ojos con un pañuelo violeta y empieza a llorar, primero en silencio, empapando el pañuelo a un punto increíble, después con hipos y jadeos, y finalmente le acomete un ataque terrible de llanto que obliga a las vecinas a llevarla a la cama preparada para esas emergencias, darle a oler agua de azahar y consolarla, mientras otras vecinas se ocupan de los parientes cercanos bruscamente contagiados por la crisis. Durante un rato hay un amontonamiento de gente en la puerta de la capilla ardiente, preguntas y noticias en voz baja, encogimientos de hombros por parte de los vecinos. Agotados por un esfuerzo en que han debido emplearse a fondo, los deudos amenguan en sus manifestaciones, y en ese mismo momento mis tres primas segundas se largan a llorar sin afectación, sin gritos, pero tan conmovedoramente que los parientes y vecinos sienten la emulación, comprenden que no es posible quedarse así descansando mientras extraños de la otra cuadra se afligen de tal manera, y otra vez se suman a la deploración general, otra vez hay que hacer sitio en las camas, apantallar a señoras ancianas, aflojar el cinturón a viejitos convulsionados. Mis hermanos y yo esperamos por lo regular este momento para entrar en la sala mortuoria y ubicarnos junto al ataúd. Por extraño que parezca estamos realmente afligidos, jamás podemos oír llorar a nuestras hermanas sin que una congoja infinita nos llene el pecho y nos recuerde cosas de la infancia, unos campos cerca de Villa Albertina, un tranvía que chirriaba al tomar la curva en la calle General Rodríguez, en Bánfield, cosas así, siempre tan tristes. Nos basta ver las manos cruzadas del difunto para que el llanto nos arrase de golpe, nos obligue a taparnos la cara avergonzados, y somos cinco hombres que lloran de verdad en el velorio, mientras los deudos juntan desesperadamente el aliento para igualarnos, sintiendo que cueste lo que cueste deben demostrar que el velorio es el de ellos, que solamente ellos tienen derecho a llorar así en esa casa. Pero son pocos, y mienten (eso lo sabemos por mi prima segunda la mayor, y nos da fuerzas). En vano acumulan los hipos y los desmayos, inútilmente los vecinos más solidarios los apoyan con sus consuelos y sus reflexiones, llevándolos y trayéndolos para que descansen y se reincorporen a la lucha. Mis padres y mi tío el mayor nos reemplazan ahora, hay algo que impone respeto en el dolor de estos ancianos que han venido desde la calle Humboldt, cinco cuadras contando desde la esquina, para velar al finado. Los vecinos más coherentes empiezan a perder pie, dejan caer a los deudos, se van a la cocina a beber grapa y a comentar; algunos parientes, extenuados por una hora y media de llanto sostenido, duermen estertorosamente. Nosotros nos relevamos en orden, aunque sin dar la impresión de nada preparado; antes de las seis de la mañana somos los dueños indiscutidos del velorio, la mayoría de los vecinos se han ido a dormir a sus casas, los parientes yacen en diferentes posturas y grados de abotagamiento, el alba nace en el patio. A esa hora mis tías organizan enérgicos refrigerios en la cocina, bebemos café hirviendo, nos miramos brillantemente al cruzarnos en el zaguán o los dormitorios; tenemos algo de hormigas yendo y viniendo, frotándose las antenas al pasar. Cuando llega el coche fúnebre las disposiciones están tomadas, mis hermanas llevan a los parientes a despedirse del finado antes del cierre del ataúd, los sostienen y confortan mientras mis primas y mis hermanos se van adelantando hasta desalojarlos, abreviar el ultimo adiós y quedarse solos junto al muerto. Rendidos, extraviados, comprendiendo vagamente pero incapaces de reaccionar, los deudos se dejan llevar y traer, beben cualquier cosa que se les acerca a los labios, y responden con vagas protestas inconsistentes a las cariñosas solicitudes de mis primas y mis hermanas. Cuando es hora de partir y la casa está llena de parientes y amigos, una organización invisible pero sin brechas decide cada movimiento, el director de la funeraria acata las órdenes de mi padre, la remoción del ataúd se hace de acuerdo con las indicaciones de mi tío el mayor. Alguna que otra vez los parientes llegados a último momento adelantan una reivindicación destemplada; los vecinos, convencidos ya de que todo es como debe ser, los miran escandalizados y los obligan a callarse. En el coche de duelo se instalan mis padres y mis tíos, mis hermanos suben al segundo, y mis primas condescienden a aceptar a alguno de los deudos en el tercero, donde se ubican envueltas en grandes pañoletas negras y moradas. El resto sube donde puede, y hay parientes que se ven precisados a llamar un taxi. Y si algunos, refrescados por el aire matinal y el largo trayecto, traman una reconquista en la necrópolis, amargo es su desengaño. Apenas llega el cajón al peristilo, mis hermanos rodean al orador designado por la familia o los amigos del difunto, y fácilmente reconocible por su cara de circunstancias y el rollito que le abulta el bolsillo del saco. Estrechándole las manos, le empapan las solapas con sus lágrimas, lo palmean con un blando sonido de tapioca, y el orador no puede impedir que mi tío el menor suba a la tribuna y abra los discursos con una oración que es siempre un modelo de verdad y discreción. Dura tres minutos, se refiere exclusivamente al difunto, acota sus virtudes y da cuenta de sus defectos, sin quitar humanidad a nada de lo que dice; está profundamente emocionado, y a veces le cuesta terminar. Apenas ha bajado, mi hermano el mayor ocupa la tribuna y se encarga del panegírico en nombre del vecindario, mientras el vecino designado a tal efecto trata de abrirse paso entre mis primas y hermanas que lloran colgadas de su chaleco. Un gesto afable pero imperioso de mi padre moviliza al personal de la funeraria; dulcemente empieza a rodar el catafalco, y los oradores oficiales se quedan al pie de la tribuna, mirándose y estrujando los discursos en sus manos húmedas. Por lo regular no nos molestamos en acompañar al difunto hasta la bóveda o sepultura, sino que damos media vuelta y salimos todos juntos, comentando las incidencias del velorio. Desde lejos vemos cómo los parientes corren desesperadamente para agarrar alguno de los cordones del ataúd y se pelean con los vecinos que entre tanto se han posesionado de los cordones y prefieren llevarlos ellos a que los lleven los parientes.

FIN

jueves, 28 de agosto de 2008

DOCUMENTAL MEXICO 68


A veinticinco años del movimiento estudiantil popular de 1968, Óscar Menéndez realizó la película «México 68». Esta obra en la que participan los principales personajes de la gesta: Heberto Castillo, José Revueltas, Eli de Gortari, Fausto Trejo, Alberto Híjar, Roberto Escudero, Pablo Gómez, entre otros, y artistas y poetas como Leopoldo Ayala, Óscar Chávez, Amparo Ochoa, Judith Reyes, José Luis Cuevas, y estudiantes, es un ejercicio de reflexión sobre los hechos ocurridos en 68. El conjuntó de imágenes es un verdadero testimonio vivo de la grandeza del movimiento estudiantil así como de la brutalidad criminal que ejerció el gobierno de Díaz Ordaz y su secretario de gobernación Luis Echeverría Álvarez, y de la paradoja de un pueblo que lucha por la democracia y un gobierno que lo reprime hasta el genocidio. Las imágenes fílmicas del movimiento estudiantil y su consecución en la matanza del 2 de octubre de la Plaza de las Tres Cultural en Tlatelolco son originales y representan un testimonio que todo mexicano ddebe conocer y analizar para que esos hechos criminales que se ejercieron contra el pueblo de México no se vuelvan a repetir en nuestro país.
Demandas del movimiento estudiantil del 68:
1. Libertad a los presos políticos
2. Destitución de los generales Luis Cueto Ramírez y Raúl Mendiolea, así como también del teniente coronel Armando Frías
3. Extinción del Cuerpo de Granaderos, "instrumento directo en la represión" y no creación de cuerpos semejantes
4. Derogación del artículo 145 y 145 bis del Código Penal Federal (Delito de Disolución Social), "instrumentos jurídicos de la agresión"
5. Indemnización de las familias de los muertos y los heridos que fueron "víctimas de la agresión" desde el viernes 26 de julio en adelante
6. Deslindamiento de responsabilidades de los "actos de represión y vandalismo" por parte de las autoridades, a través de la policía, granaderos y ejército.

lunes, 25 de agosto de 2008

Carlos Monsiváis


Nuevo catecismo para indios remisos (fragmento)


" Costó enorme trabajo abrir la puerta, y si con hachazos y voces, insistieron los soldados, sosteniendo su temblor con plegarias, se debió a los hedores que herían el olfato como manada de aberraciones. Al entrar al cuarto, el capitán y los sacerdotes que lo acompañaban se consternaron: allí, de bruces, con señales de encarnizamiento en la espalda, y el rostro difamado por el visaje más horrendo hasta entonces visto, se hallaba el dueño de la casa, don Alonso de Bilbao, comerciante en telas. Y el escenario no podía ser más triste: un camastro, unas tablas con ropa, una mesa desértica, una silla, un grabado. Ni un libro, ni una flor, ni un cuadro. Y a la certidumbre del asesinato, otra se añadió al instante: el cuarto estaba cerrado por dentro, a piedra y lodo, no había ventanas que propiciaran la fuga, ni puertas ocultas que diesen a un pasadizo decorado con fetos de monjas. (…)Lo sabes perfectamente: la confusión siguiente no tiene paralelo en la memoria del hombre. Y al extinguirse risas, llantos, entusiasmos y desolaciones, la conclusión fue inapelable: los resultados del exorcismo difamaban a la guerra ancestral, la que se libra entre la luz y las tinieblas, y abarataban el mal, lo asimilaban a la sociedad de consumo, lo convertían en espectáculo banal, inofensivo, kitsch. Si, como tanto se había dicho, era normal la existencia de los demonios, podrían haber dispuesto algo en verdad artístico o inaudito, pero no esa vulgaridad de grupo de aficionados. El mundo entero se llamó a engaño y los rituales antiguos cayeron en desuso. Las presiones sobre el corazón del exorcista fueron excesivas. Hoy, y esta no es hipótesis sino certidumbre teológica, Evelio sigue paleando carbón en los infiernos. "
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Pobreza y falta de lectura están relacionadas

Estoy convencido que el lenguaje y la coherencia de las sociedades latinoamericanas depende en mucho de la lectura, dice Carlos Monsiváis

GUATEMALA, Guatemala, jul. 26, 2008.- En entrevista con Noticieros Televisa luego de dictar la conferencia inaugural de la V Feria Internacional del Libro en Guatemala, el escritor mexicano Carlos Monsiváis, se manifestó por abrir espacios para que la lectura llegue a llegue a todos los sectores sociales de América Latina, donde dijo que la pobreza tiene un vínculo directo con la falta de lectura en los países de habla hispana.
A continuación presentamos la conversación:
Francisco Cuevas: ¿Hay relación entre la pobreza y la falta de acceso a la lectura en América Latina?
Carlos Monsiváis: Hay una relación muy directa, la pobreza engendra una cadena de desánimos y uno de los primeros es: ¡Para qué voy a leer!... Llego cansado, llego abatido por el trabajo o por la búsqueda del trabajo y la lectura no me va a recompensar porque exige un esfuerzo que en estos momentos yo no soy capaz de dar.
El razonamiento es falso, pero nadie le va a decir a quien lo emprende, que eso es falso; no hay autoridad moral para hacerlo. Y un segundo condicionante es que en la pobreza no hay tradiciones de lectura.
Francisco Cuevas: ¿Qué tienen que hacer los gobiernos para que sobre todo los jóvenes tengan acceso a los libros?
Carlos Monsiváis: En México vimos un esfuerzo, no me tome como chovinista, pero vimos un esfuerzo patético del señor (Vicente) Fox cuando era Presidente; se llamaba algo así como México hacia un país de lectores... Eso nunca funcionó porque no es diciendo debes de leer como se va a promover la lectura... Se fomenta la lectura recomendado libros específicos, creando y fortaleciendo las bibliotecas de aula en las escuelas... Logrando que las familias se interesen por la lectura como un asunto de cohesión interna; si no, a lo que se llega es a eso, a demagogias, fotos con la gente diciendo debes leer.
Este es un momento en que estoy convencido que el lenguaje, la coherencia interna de la sociedad latinoamericana, depende en mucho de la lectura.
Francisco Cuevas: ¿Qué se tiene que hacer en nuestros países, los de habla hispana, para que nuestros niños y jóvenes tengan acceso a los libros?
Carlos Monsiváis: Cuando se han dado en México las ofertas, cuando los libros se abaratan, la respuesta de los jóvenes ha sido formidable. Recientemente una venta de bodega de las editoriales llevó a trescientas mil personas; eso es inaudito. Sin embargo, lo que pasa es que los jóvenes compradores se desaniman ante el precio.
El libro español que es tan fundamental, el libro traducido o escrito en España es inaccesible, y todo eso tiene una repercusión directa en el ánimo. Sin embargo, estoy convencido que si hubiera ediciones de precio accesible la venta sería extraordinaria; ahora también lo que sucede es que no hay manera de saber qué se publica en otros países. Yo aquí (Guatemala) vengo a saber qué se ha publicado en Guatemala y cuando voy a un país de América Latina es lo primero que intento ver, porque allá (México) no llega.
Tampoco llega el cine, o llega muy escasamente si es producido por varios países, y lo que no puede ser, tan cerca del bicentenario (de la independencia de varios países latinoamericanos) es que estemos tan desconectados, tan apartados.
Francisco Cuevas: ¿Por qué las diferencias entre los países de habla hispana, unos con más acceso a la literatura y otros con poco o nada de acceso?
Carlos Monsiváis: Bueno, porque nunca ha habido una gran cultura del libro en la vida hispanoamericana... En España sí se ha robustecido pese al paréntesis trágico y patético del Franquismo; pero durante el Virreinato simplemente no se leía, son tres siglos de aislamiento de la lectura... En el caso de las mujeres, de prohibición de la lectura, y luego tampoco los dos siglos siguientes han sido muy pródigos en alimentar la idea de la cultura como una relación familiar, individual, social; entonces, siempre ha habido grupos de lectores profesionales, por así decirlo, para los cuales la lectura es una parte indispensable de su vida, pero la mayoría no y ahora ante la competencia de los medios electrónicos, etcétera, el asunto se dificulta más.
En todas las casas de mis amigos crece la videoteca y se estanca la biblioteca... Prácticamente no hay ya un joven que no intente una videoteca, inclusive con las dificultades, entre ellas la piratería, el noventa por ciento de los DVD son piratas, incluso la asistencia a los cines también ha disminuido por el DVD. Entonces, esto es un hecho, cada vez habrá más videotecas o dvdtecas y cada vez menos bibliotecas en las casas.




Octavio Paz


El ramo azul


Desperté, cubierto de sudor. Del piso de ladrillos rojos, recién regados, subía un vapor caliente. Una mariposa de alas grisáceas revoloteaba encandilada alrededor del foco amarillento. Salté de la hamaca y descalzo atravesé el cuarto, cuidando no pisar algún alacrán salido de su escondrijo a tomar el fresco. Me acerqué al ventanillo y aspiré el aire del campo. Se oía la respiración de la noche, enorme, femenina. Regresé al centro de la habitación, vacié el agua de la jarra en la palangana de peltre y humedecí la toalla. Me froté el torso y las piernas con el trapo empapado, me sequé un poco y, tras de cerciorarme que ningún bicho estaba escondido entre los pliegues de mi ropa, me vestí y calcé. Bajé saltando la escalera pintada de verde. En la puerta del mesón tropecé con el dueño, sujeto tuerto y reticente. Sentado en una sillita de tule, fumaba con el ojo entrecerrado. Con voz ronca me preguntó:
-¿Dónde va señor?
-A dar una vuelta. Hace mucho calor.
-Hum, todo está ya cerrado. Y no hay alumbrado aquí. Más le valiera quedarse.
Alcé los hombros, musité “ahora vuelvo” y me metí en lo oscuro. Al principio no veía nada. Caminé a tientas por la calle empedrada. Encendí un cigarrillo. De pronto salió la luna de una nube negra, iluminando un muro blanco, desmoronado a trechos. Me detuve, ciego ante tanta blancura. Sopló un poco de viento. Respiré el aire de los tamarindos. Vibraba la noche, llena de hojas e insectos. Los grillos vivaqueaban entre las hierbas altas. Alcé la cara: arriba también habían establecido campamento las estrellas. Pensé que el universo era un vasto sistema de señales, una conversación entre seres inmensos. Mis actos, el serrucho del grillo, el parpadeo de la estrella, no eran sino pausas y sílabas, frases dispersas de aquel diálogo. ¿Cuál sería esa palabra de la cual yo era una sílaba? ¿Quién dice esa palabra y a quién se la dice? Tiré el cigarrillo sobre la banqueta. Al caer, describió una curva luminosa, arrojando breves chispas, como un cometa minúsculo.
Caminé largo rato, despacio. Me sentía libre, seguro entre los labios que en ese momento me pronunciaban con tanta felicidad. La noche era un jardín de ojos. Al cruzar la calle, sentí que alguien se desprendía de una puerta. Me volví, pero no acerté a distinguir nada. Apreté el paso. Unos instantes percibí unos huaraches sobre las piedras calientes. No quise volverme, aunque sentía que la sombra se acercaba cada vez más. Intenté correr. No pude. Me detuve en seco, bruscamente. Antes de que pudiese defenderme, sentí la punta de un cuchillo en mi espalda y una voz dulce:
-No se mueva , señor, o se lo entierro.
Sin volver la cara pregunte:
-¿Qué quieres?
-Sus ojos señor –contestó la voz suave, casi apenada.
-¿Mis ojos? ¿Para qué te servirán mis ojos? Mira, aquí tengo un poco de dinero. No es mucho, pero es algo. Te daré todo lo que tengo, si me dejas. No vayas a matarme.
-No tenga miedo señor. No lo mataré. Nada más voy a sacarle los ojos.
-Pero, ¿para qué quieres mis ojos?
-Es un capricho de mi novia. Quiere un ramito de ojos azules y por aquí hay pocos que los tengan.
-Mis ojos no te sirven. No son azules, sino amarillos.
-Ay, señor no quiera engañarme. Bien sé que los tiene azules.
-No se le sacan a un cristiano los ojos así. Te daré otra cosa.
-No se haga el remilgoso, me dijo con dureza. Dé la vuelta.
Me volví. Era pequeño y frágil. El sombrero de palma la cubría medio rostro. Sostenía con el brazo derecho un machete de campo, que brillaba con la luz de la luna.
-Alúmbrese la cara.
Encendí y me acerqué la llama al rostro. El resplandor me hizo entrecerrar los ojos. El apartó mis párpados con mano firme. No podía ver bien. Se alzó sobre las puntas de los pies y me contempló intensamente.
La llama me quemaba los dedos. La arrojé. Permaneció un instante silencioso.
-¿Ya te convenciste? No los tengo azules.
-¡Ah, qué mañoso es usted! –respondió- A ver, encienda otra vez.
Froté otro fósforo y lo acerqué a mis ojos. Tirándome de la manga, me ordenó.
-Arrodíllese.
Mi hinqué. Con una mano me cogió por los cabellos, echándome la cabeza hacia atrás. Se inclinó sobre mí, curioso y tenso, mientras el machete descendía lentamente hasta rozar mis párpados. Cerré los ojos.
-Ábralos bien –ordenó.
Abrí los ojos. La llamita me quemaba las pestañas. Me soltó de improviso.
-Pues no son azules, señor. Dispense.
Y despareció. Me acodé junto al muro, con la cabeza entre las manos. Luego me incorporé. A tropezones, cayendo y levantándome, corrí durante una hora por el pueblo desierto. Cuando llegué a la plaza, vi al dueño del mesón, sentado aún frente a la puerta.
Entré sin decir palabra.
Al día siguiente huí de aquel pueblo.

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Dos cuerpos


Dos cuerpos frente a frente

son a veces dos olas

y la noche es océano.

Dos cuerpos frente a frente

son a veces dos piedras

y la noche desierto.

Dos cuerpos frente a frente

son a veces raíces

en la noche enlazadas.

Dos cuerpos frente a frente

son a veces navajas

y la noche relámpago.

Dos cuerpos frente a frente

son dos astros que caen

en un cielo vacío.