La desesperación los consume, ambos se necesitaron desde la primera mirada, ella no sabía que mas decir, él pensando en mil cosas a la vez, la humilló sin darse cuenta, la rechazó, siempre prefirió la soledad. Y esta vez sería igual que las anteriores, la lastimaría, o al menos eso creía hasta que la miró por última vez a los ojos, antes de partir, ella no dijo nada mas, ya no era necesario, ya había logrado su cometido. El sintió el aumento en la velocidad de su corazón, de su pulso, el sudor en sus manos, la resequedad en sus labios y en su mente nadie más que ella; sus ojos brillaron como nunca. Él tenía que abrazarla, sentía esa sensación que lo quemaba por dentro y sólo logró retroceder sin decir nada más...
Gaby
5 comentarios:
Mi aportación al romanticismo que ultimamente ha atacado al blog...
Que bien escribes Moloka,esta bien chido y eso a que se debé del romanticismo...ehehehehe
Creo firmemente que eres una escritora (además de música). Qué padre tener tanto talento!. Si no te dedicas a esto, continua escribiendo, eso nos da vida. Y lo del romanticismo, al fin y al cabo somos humanas no?.
Me latió mucho!
Pues que no se acabe ese romaticismo, y vengan unos laureles a tus sienes, emperatriz de las historias.
orale gracias, ya hicieron que me sonrojara...
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